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Emprendiendo: ¿Cómo doy a conocer mi negocio?

El reto de todo emprendedor que inicia un proyecto que involucra la relación con consumidores es darse a conocer, publicitarse, que las personas tengan la curiosidad de saber quiénes son, cuáles son sus productos y diferenciarlos con otros productos o servicios iguales o similares en el mercado. Esto solo se consigue a través de un signo que destaque, que prevalezca en la mente del consumidor y que lo diferencie de sus competidores, es decir, una marca y una que sientan propia.

Para desarrollar esta marca, este signo que destaque, se deben tener claros varios aspectos: ¿cómo quiero que identifiquen mi empresa?, ¿cómo quiero destacar?, ¿cómo el consumidor sabrá que ese es mi producto?, ¿cómo quiero que me identifiquen?, ¿por un nombre, por logo o por ambos? La respuesta a estas inquietudes es el punto de arranque para encontrar ese signo distintivo.

Se deben tener en cuenta los elementos que no son sujetos a registro como palabras descriptivas, técnicas, nombres comunes, calificativos de calidad o cualidades directamente relacionados con el producto a ofertar, signos que vayan contra el orden público, la moral, que ofendan o ridiculicen personas, instituciones o países, o indicaciones que puedan inducir al error en cuanto a su origen, empleo, cantidad, etcétera. O bien, que por su generalidad no son susceptibles a protección exclusiva como los colores aislados.

El signo que se desarrolle y escoja debe ser diferente, novedoso, imaginativo y creativo, pues será el elemento que ayudará a crecer el negocio y que representará uno de los principales activos intangibles de la empresa, por lo que su desarrollo y protección no debe de considerarse una inversión que puede llegar a representar millones en el negocio.

Partiendo de lo anterior, hay que echar la imaginación a volar, pudiendo utilizar palabras, dibujos, signos, colores, sonidos, olores inclusive, para crear ese signo que será el que distinguirá el producto o servicio de su empresa de las competidoras, y del que dependerá el reconocimiento en el mercado.

A este esfuerzo, el empeño en el desarrollo, la inversión de tiempo y capital, hay que darle una correcta protección legal para evitar que terceros la utilicen, copien o imiten. No es un trabajo fácil, pero todo esfuerzo genera reconocimiento y mantenerlo es importante, por lo que la asesoría legal es fundamental, pues la misma representa no solo una guía para el desarrollo o verificación de disponibilidad del registro, sino también la correcta tramitación y protección del signo.

Mayra Navarrete Crovetto
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Asociado Senior
García & Bodán