En Nicaragua es imperativo restaurar el orden democrático. La crisis socio política se puede resolver mediante reformas electorales y elecciones libres, justas y transparentes que le devuelvan la legitimidad al sistema electoral, cumpliendo con los estándares internacionales suscritos por Nicaragua en la Carta Democrática Interamericana. El país requiere recuperar una gobernabilidad que abra nuevamente la puerta del desarrollo a su población, cerrada por la crisis política de abril del 2018, y que se origina en el uso desproporcionado de la fuerza por suprimir el derecho constitucional y legítimo de la gente de protestar cívica y pacíficamente y las múltiples violaciones a derechos humanos.
Respaldamos los ejes fundamentales, impulsados por el Grupo Promotor de las Reformas Electorales (GPRE), reconociendo el proceso sistemático y cuidadoso de construir consensos sumamente amplios, mediante consultas con partidos politicos, movimientos sociales y gremios empresariales. Reconocemos esta gran labor e instamos a las autoridades nacionales a acoger estas recomendaciones y aprovechar el apoyo ofrecido por la Organización de Estados Americanos (OEA), quienes, junto con otros actores nacionales e internacionales, como la Unión Eurpea, tienen la experiencia y capacidad de apoyar la reconstrucción de nuestro sistema electoral.
Observación nacional e internacional independiente, modernizacion del Consejo Supremo Electoral, limpieza del padrón electoral, modernizacion del sistema de conteo y transmisión de datos, un proceso político pluralista, la eliminación de la discrecionalidad en el proceso de votación, procedimientos adecuados para revisión de resultados electorales, publicación de resultados en tiempo real por ejemplo, entre otros, son todos elementos que le pueden dar la legitimidad requerida al futuro proceso electoral en noviembre del 2021. Estos elementos han sido incluídos en la amplia propuesta del GPRE.
Consideramos igualmente, que es necesario que se den condiciones habilitantes como la salida de los presos políticos, y el ejercicio de todas las libertades Constitucionales, y el cumplimiento de los acuerdos alcanzados con la Alianza Cívica por la Justica y la Democracia de finales de marzo del 2019. Estas acciones y reformas serán trascendentales para el futuro democrático permitiendo además el restablecimiento de un entorno socioeconómico favorable para todos los habitantes y empresas que operan en el país, encaminándonos así a la tan anhelada recuperación de nuestra amada Nicaragua. Estar recuperación y el restablecimiento de la democracia y justicia, pasa por un proceso electoral transparente, observado y con igualdad de condiciones para la ciudadanía nicaraguense.
Managua, 24 de septiembre 2020.