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Entrevista a la embajadora Laura Dogu: La situación en Nicaragua ya no es incierta, ahora es negativa

La embajadora de los Estados Unidos de América en Nicaragua, Laura Dogu, quien concluirá su misión diplomática luego de tres años, advirtió en entrevista exclusiva concedida a la revista Business, que su país sigue profundamente preocupado por las graves violaciones a los derechos humanos básicos y la severa represión contra quienes se manifiestan pacíficamente, así como por la aparente falta de voluntad del presidente Daniel Ortega de encontrar una solución pacífica a la actual situación mediante la realización de un diálogo nacional.

“La situación en Nicaragua podría mejorar significativamente si el presidente Ortega muestra voluntad para dar respuesta a las legítimas demandas de una población cansada de la corrupción crónica y la falta de estado de derecho, sin embargo, de lo contrario, la economía de Nicaragua seguirá en declive y la gente continuará sufriendo”, aseguró la embajadora Dogu.

Estados Unidos representa el socio número uno de Nicaragua, así como en el tema de inversión extranjera directa. En ese sentido, la diplomática valora que los potenciales inversionistas estadounidenses enfrentan un ambiente de negocios riesgoso en Nicaragua, debido a las acciones del régimen orteguista. “Las violaciones a los derechos humanos y la falta de estado de derecho tienen consecuencias. Los inversionistas tendrán que actuar con la debida diligencia para evitar involucrarse en transacciones comerciales o financieras prohibidas”, apuntó.

En marzo pasado, en un evento enfocado en las perspectivas de cara al año 2030, usted escogió la palabra “incierta” para describir la situación de Nicaragua en esa fecha. ¿Cómo la describiría ahora, después de la movilización cívica que ha vivido Nicaragua desde el pasado 18 de abril?, ¿cómo describiría las actuales relaciones con el Gobierno de Nicaragua?, ¿qué le preocupa?

La situación en Nicaragua ya no es “incierta”. Ahora es “negativa”. Las cosas en Nicaragua podrían mejorar significativamente si el Presidente Ortega muestra voluntad para dar respuesta a las legítimas demandas de una población cansada de la corrupción crónica y la falta de estado de derecho. De lo contrario, la economía de Nicaragua seguirá en declive y la gente continuará sufriendo.

Los Estados Unidos sigue profundamente preocupado por las graves violaciones a los derechos humanos básicos y la severa represión contra quienes se manifiestan pacíficamente y por la aparente falta de voluntad del Presidente Ortega de encontrar una solución pacífica a la actual situación mediante la realización de un diálogo nacional. Los Estados Unidos mantiene su solidaridad con el pueblo de Nicaragua en sus demandas de democracia y justicia y continuará trabajando para que los responsables de los abusos a los derechos humanos rindan cuentas.

En ese mismo evento, usted destacó la incertidumbre que provocaba entre potenciales inversionistas la sanción de Roberto Rivas por la Magnitsky Act y el proyecto de ley Nica Act. Hoy la lista de sancionados por la Magnitsky Act se ha elevado a cuatro, incluyendo al director de la Policía Nacional y al secretario general de la Alcaldía de Managua. ¿Qué impacto real tienen estas sanciones ante potenciales inversionistas estadounidenses?

Los potenciales inversionistas estadounidenses enfrentan un ambiente de negocios riesgoso en Nicaragua debido a las acciones del régimen orteguista. Las violaciones a los derechos humanos y la falta de estado de derecho tienen consecuencias. Los inversionistas tendrán que actuar con la debida diligencia para evitar involucrarse en transacciones comerciales o financieras prohibidas. Asimismo, tendrán que reevaluar los riesgos de reputación significativos al entrar en relaciones de negocios con entidades asociadas con los individuos sancionados. No obstante, el mayor impacto sobre los inversionistas estadounidenses es la incertidumbre política y la erosión del estado de derecho causada por la violencia que el régimen orteguista ha perpetrado contra sus propios ciudadanos y el abuso del estado para enriquecer ilegalmente a Ortega y sus allegados.

¿Qué se puede esperar de las relaciones de intercambio y de cooperación entre Estados Unidos y la Policía Nacional, si su director está sancionado por la Magnitsky Act? Bajo la dirección de Francisco Javier Díaz Madriz, la Policía Nacional de Nicaragua cometió terribles violaciones a los derechos humanos contra el pueblo de Nicaragua. Como manifestamos en junio, los Estados Unidos ha solicitado la devolución de los vehículos que habían sido donados a la Policía Nacional y que fueron usados para suprimir las protestas de forma violenta. La ley estadounidense restringe la forma en que podemos trabajar con las fuerzas policiales que han cometido graves violaciones a los derechos humanos.

El Grupo de Trabajo de la OEA, en el que participa Estados Unidos, ha sostenido reuniones de trabajo con el liderazgo del BID y del Banco Mundial. ¿Podrían incidir en la suspensión del financiamiento multilateral al gobierno de Ortega por su sistemática violación a los derechos humanos y por no cesar la represión?

La intención del Grupo de Trabajo de la OEA es “contribuir a la búsqueda de soluciones pacíficas y sostenibles”. No busca imponer mayores tensiones sobre el pueblo de Nicaragua. Los Estados Unidos y otros aliados regionales, sin embargo, estamos justamente preocupados por la falta de transparencia fiscal del régimen orteguista, la corrupción enraizada y el potencial uso indebido de los préstamos para reprimir violentamente los derechos del pueblo nicaragüense. El BID es parte de la OEA y los Directores de País del BID tomarán en cuenta los hallazgos del Grupo de Trabajo al decidir si bloquean o evitan nuevos préstamos a Ortega.

¿Cuál es la conclusión de la Guía Comercial 2018 de Nicaragua, que elabora la sección Comercial de la Embajada y que divulga el Departamento de Estado?

Las débiles instituciones del estado, las deficiencias en el estado de derecho y en la administración de la justicia y los controles excesivos del ejecutivo han exacerbado significativamente los retos existentes para los que hacen negocios actualmente en Nicaragua, especialmente para las pequeñas compañías extranjeras. Previo al inicio de la inestabilidad política, Nicaragua gozaba de un crecimiento continuo, seguridad ciudadana y un ambiente macroeconómico estable, los cuales contribuyeron a un clima de negocios favorable. No obstante, estas oportunidades de mercado que existían previamente han desaparecido en el 2018. Los ciudadanos estadounidenses deben estar conscientes de los riesgos de seguridad, financieros y de reputación que existen al hacer negocios en Nicaragua y deben ejercer extrema cautela antes de invertir o hacer negocios en Nicaragua.

Estados Unidos mantiene vigente sus recomendaciones nivel 3 para los ciudadanos de su país que quieren visitar Nicaragua. ¿Por cuánto tiempo podría extenderse?, ¿qué situación debe prevalecer en el país para suspender la misma?

Nosotros publicamos Alertas de Viaje para cada país del mundo con base en las condiciones de seguridad que pueden afectar las vidas e intereses de los ciudadanos estadounidenses en el exterior. Los Estados Unidos no va a cambiar la alerta de viaje debido al riesgo que corren personas inocentes que están siendo acusadas de terrorismo o financiamiento al terrorismo. El abuso de estas leyes representan un riesgo significativo a quienes visitan Nicaragua. La campaña de violencia e intimidación actual del gobierno de Nicaragua contra su propia gente ha puesto en riesgo la seguridad física de los ciudadanos estadounidenses. Tomaremos en cuenta la inestabilidad generada por la falta de respeto del gobierno al estado de derecho, las violaciones a los derechos humanos, la criminalización de la protestas pacíficas, los ataques contra los periodistas nicaragüenses y extranjeros y los ataques a los líderes religiosos para determinar el nivel de la Alerta de Viaje para Nicaragua. A medida que la situación evolucione, continuaremos evaluando estas preocupaciones antes de recomendar a nuestros ciudadanos estadounidenses sobre viajar a Nicaragua.

Al presentar cartas credenciales, usted señaló que trabajaría de cerca con el gobierno y con el pueblo de Nicaragua para emprender progresos en áreas como el desarrollo económico, la seguridad ciudadana y la democracia. ¿Valora que logró ese objetivo o no?, ¿por qué?

Es un hecho desagradable que los abusos del régimen orteguista han hecho retroceder el desarrollo económico pasado, atacado directamente la seguridad de los ciudadanos nicaragüenses y reprimido las libertades, instituciones y procesos necesarios para una democracia saludable. Nuestra relación con el pueblo de Nicaragua para lograr esos objetivos, no obstante, ha crecido más fuerte de cara a la crisis. Continuaremos apoyando a aquellos en Nicaragua que comparten los objetivos de prosperidad, seguridad y democracia porque nuestro futuro está entrelazado con el de nuestros vecinos en las Américas.

¿Cómo valora su relación con AmCham Nicaragua al concluir su misión diplomática?, ¿cuál es el reto que enfrenta ahora la organización tras la crisis política y social que vive el país desde el 18 de abril?

AmCham representa a las compañías que trabajan para ampliar la relación de negocios con el socio comercial más grande de Nicaragua, los Estados Unidos, y sus miembros emplean a un gran número de trabajadores. Aplaudo el trabajo de AmCham para beneficiar la relación comercial entre Nicaragua y los Estados Unidos. Somos afortunados de mantener una relación con un grupo fuerte de líderes empresariales.

Uno de sus principales objetivos y temas fue la creación o impulso de oportunidades para las mujeres nicaragüenses. ¿Qué acciones desarrollaron en esa dirección?, ¿cree que hay alguna mejora en ese propósito?

En Nicaragua hay muchas mujeres talentosas trabajando para mejorar el clima político, económico y cívico para todos. Yo he conocido mujeres increíbles en la comunidad empresarial incluyendo en los eventos con la Red de Empresarias de Nicaragua. He visto a la presidenta de AmCham, María Nelly Rivas, tomar la dirección y guiar hábilmente AmCham en tiempos difíciles. Aunque les están dando más oportunidades a las mujeres, muy a menudo no son ellas las que toman las decisiones. En la esfera social, las mujeres sufren en áreas como acceso a la justicia, violencia de género, desigualdad salarial y tienen menos probabilidad de poseer propiedades.

¿Cómo logra ese balance entre el trabajo diplomático, su hogar, dos hijos a distancia, un marido y sus pasatiempos?

Alcanzar el equilibrio entre la vida profesional y personal es un reto para todos en el trabajo. Aunque aprecio esta pregunta por ser un tema importante, he notado que no se la hacen a mis contrapartes masculinos. Espero el día en el que este pregunta se la hagan a ambos géneros para que todos estemos al mismo nivel.

Al regresar a Estados Unidos, y le pregunten: ¿cómo es Nicaragua?, ¿cómo es su gente?, ¿qué respondería?

Les diré que los nicaragüenses son grandes defensores de los derechos humanos y de la democracia. Estoy entristecida con las pérdidas de vida y las dificultades que he observado en los últimos seis meses, pero me anima el espíritu del pueblo nicaragüense que he visto repetidamente durante los tres años que estuve aquí. Tengo la esperanza de que su compromiso y deseo para construir una Nicaragua más segura, próspera y democrática prevalecerá.

¿Qué mensaje le gustaría hacer llegar a los lectores de la revista Business y al pueblo nicaragüense?

Quiero reiterar el mensaje de nuestro Secretario de Estado al pueblo de Nicaragua en ocasión del Día de la Independencia de Nicaragua el pasado septiembre. Los Estados Unidos continuará apoyando al pueblo de Nicaragua en sus demandas de libertad en momentos que enfrenta la terrible represión del gobierno de Ortega. Continuaremos trabajando con nuestros aliados de la región y del resto del mundo para que los responsables de los abusos y violaciones a los derechos humanos rindan cuentas. Espero que su bello país recupere la paz, libertad y democracia.